¿Será que llevamos demasiado tiempo trabajando de más?



Te quiero hablar de una tendencia que se está dando cada vez más en Atos Major Events, y es la desmotivación en el trabajo, las personas trabajadoras de esta empresa están hartos de las malas condiciones laborables, de la congelación de salarios, y que la cultura del esfuerzo en esta empresa no sirve de mucho.

No sabía muy bien como enfocar este tema hasta que me encontré un articulo de Anabel Palomares, con el cual comparto casi al 100% de sus palabras, por eso adapte sus palabras a mi experiencia y mis opiniones.

Vamos al tema, te hablamos de una tendencia nacida de la desmotivación en el trabajo. Como un grito de socorro de los trabajadores de Atos Major Events, que están hartos de las malas condiciones laborales pero necesitan el trabajo a esto lo llaman "renuncia silenciosa". Han pasado varios meses desde que nos estamos dando cuenta de algo: es un término más que se han inventado para blanquear una situación laboral que hemos pasado por alto durante demasiado tiempo Atos Major Events.

La cultura del esfuerzo ha demostrado a los trabajadores de Atos Major Events que no funciona, de la misma manera que blanquear la precariedad con términos como el "cohousing". Y este concepto de "renuncia silenciosa" viene a hacer lo mismo, marcar a quien hace bien su trabajo y se compromete en su jornada laboral como un vago.

La renuncia silenciosa según el Foro Económico Mundial es, hacer lo mínimo posible para mantener el puesto de trabajo. Aunque nosotros no entramos de acuerdo con esta definición, porque en realidad la renuncia silencia es hacer aquello por lo que te pagan. Hacer bien tu trabajo, en tus horas de trabajo y sin necesidad de hacer horas extras o comprometerte más. Es cumplir tu contrato.

Hasta la autora, empresaria y consultora de organización japonesa, Marie Kondo tiene algo que decir al respecto sobre la renuncia silenciosa y afirma que esta práctica, lejos de ser una práctica de vagos o servir para sabotear a las empresas, aboga por tratar de ”establecer límites razonables para evitar el agotamiento y priorizar el bienestar”. Pero poniéndole el nombre de renuncia silenciosa lo que hacemos es distanciarlo de la normalidad y conseguir el efecto contrario, que se juzgue a quien trabaja por el dinero que le pagan.

La renuncia silenciosa es renunciar de una vez por todas a pensar que vamos a “heredar la empresa”. Es replantearnos la relación que mantenemos con el trabajo. Es cuidar de nuestra salud mental y física por estrés. No es renunciar a nada, solo trabajo por lo que me pagan. Pero al hablar de “renuncia silenciosa” ponemos el foco y la culpa en aquellos compañeros que deciden hacer aquello por lo que le pagan.

La renuncia silenciosa tiene una connotación negativa. Renunciar, según la RAE, es “Hacer dejación voluntaria, dimisión o apartamiento de algo que se tiene, o se puede tener” y el problema está en ese “tiene”. No “tenemos” que hacer más de lo que se corresponde con nuestro contrato de trabajo.

En esta empresa nos han hecho creer que tenemos que trabajar más de lo que hemos pactado en nuestro contrato prometiéndonos promociones, ascensos y ventajas que nunca llegan. Y ahora, al poner límites para evitar el agotamiento laboral y alejarnos de la cultura laboral tóxica de trabajar por encima de lo pactado, llegan los dramas y se buscan culpables. Y como no, es culpa de los trabajadores.

Todos trabajamos para ganar dinero y si en el proceso, nos divertimos haciendo lo que nos gusta o sentimos que estamos en el trabajo de nuestros sueños, genial, pero un exceso de compromiso no remunerado no debería ser lo normal, sino lo extraordinario. No debería ser la norma, especialmente cuando en la empresa en la que trabajamos no nos pagan como deberían.

Nuestros jefes saben que necesitamos mejores condiciones de trabajo, para poder evitar la fuga de talentos cómo ya hemos visto no hace mucho y sobre todo, para recuperar el compromiso perdido en estos años. Pero en los últimos tiempos está surgiendo una idea y es que los trabajadores entienden el valor de su tiempo y ya no están dispuestos a intercambiarlo solo por un salario.

Y eso a la empresa le da miedo, yo diría mucho miedo, porque la renuncia silenciosa ya es considerada como un problema económico para Atos Major Events. ¿Será que llevamos demasiado tiempo trabajando de más?

Esta empresa aún usa términos como “familia”, y lo creamos o no, esto nos afecta como trabajadores. y este termino la empresa no lo usa al azar, una empresa no es una familia y al tratarla de esta forma pasan tres cosas: se borran los límites entre la vida profesional y personal, se suele abusar de los trabajadores comprometidos y aquellos que se van, son etiquetados como traidores. Ahora, con la mal llamada renuncia silenciosa, nos hemos cansado.

Susan David, psicóloga de Harvard, decía en su libro “Agilidad emocional” que es perfectamente razonable que los trabajadores actuales busquen un mayor equilibrio entre su desarrollo personal y profesional.

Pero si afirmamos que están practicando la renuncia silenciosa por querer unas condiciones de trabajo justas, no conseguimos un equilibrio, sino señalarlos con la letra escarlata para que todos piensen que no tienen aspiraciones de ascender, de progresar en su trabajo o simplemente, que son unos vagos y malos compañeros.

Inspirado en: Trendencias


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